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Legislación sobre el el uso de CBD
El CBD en España no es ilegal, pero no puede venderse para consumo humano pues aún no se ha registrado como un complemento alimenticio en la «lista de suplementos alimenticios autorizados» de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Esta lista establece las vitaminas y minerales permitidos para el consumo humano por la ley española, y el CDB no está definido en la Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo (transpuesta a la legislación española por el Real Decreto 1487/2009, que modifica desde el pasado 16 de marzo de 2018 el Real Decreto 130/2018).
La EFSA (La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) ha informado a todos los países miembros de la Unión Europea a través de su agencia correspondiente en España, AECOSAN (Agencia para Asuntos del Consumidor, Seguridad Alimentaria y Nutrición), de la inmovilización de todos los productos calificados como suplementos alimentarios que contienen CBD.
AECOSAN, a través de los Ministerios de Salud de las diferentes Comunidades Autónomas, ha informado a las empresas a cargo de su producción o distribución que están paralizadas hasta que Europa las regule.
Lo ha hecho en un intento de mantener y fomentar la confianza en el sistema de seguridad alimentaria. Sin embargo, así ha generado por otra parte la entrada en pánico tanto de los grandes productores, como de distribuidores y vendedores, que han visto mermado el mercado y su manera de trabajar, además de quedarse en completo desconocimiento de la legalidad vigente. Y esto, para el consumidor, ha sido percibido con una alta desconfianza, pues ha proyectado una imagen de “ilegalidad” y “falta de control y confianza” en el sector del CBD. Aclaremos que cuando hablamos de “consumo humano” hablamos de cualquier vía que introduzca de forma directa la sustancia en el interior de nuestro cuerpo. Es decir, se considera consumo humano, la vía oral, la inhalatoria, la vía inyectable, la intravaginal y la intrarectal; pues todas ellas depositan la sustancia en el interior del organismo. Por tanto, se escapa a estas especificaciones la vía tópica.
Los e-liquids con CBD son legales para su consumo y venta. El motivo es la regulación a la que se ciñen, la del tabaco. Como ya sabemos, el sector del vapeo en España está regulado a través de la ley antitabaco. Igual sucede con los cosméticos con CBD, por su propia naturaleza, no son productos destinados al consumo humano y, por tanto, no se puede prohibir el uso del CBD en estos. Solamente los productos regidos por leyes alimentarias son los que se encuentran bajo esta alegalidad.
¿ Es posible que genere su consumo efectos secundarios ?
Pueden generarlos, pero no van más allá de molestias estomacales y excesivo cansancio, los cuales cesan tras detener su consumo. También puede reportar interacciones medicamentosas o con alguna patología muy concreta en casos puntuales. Si crees estar en estas situaciones, te recomendamos acudir a tu médico.
¿ Es seguro consumir CBD ? ¿ En qué cantidades o dosis?
Si, es totalmente seguro. Los estudios "in vitro" e "in vivo" reportan una seguridad muy alta y una toxicidad nula. No existe una dosis concreta ( líquidos ).
La mejor forma de encontrar tu dosis es comenzar con dosis bajas, y que se aumente paulatinamente, hasta que encuentres los efectos deseados.
¿ Cómo se puede consumir el CBD ?
Hay cinco vías principales de consumir CBD:
Vía oral — en forma de aceites, cápsulas, gominolas o comestibles de CBD. En España esta forma de consumo no está penada, pero si está prohibida la venta de productos destinados a ser consumidos de esta forma.
Vía inhalatoria — fumar o vaporizar flores de cáñamo crudas, porros, vaporizadores y aceites de CBD para vaped.
Vía tópica — en forma de cremas, bálsamos y parches de CBD
Vía inyectable — inyección intraperitoneal o intravenosa (sólo para uso médico)
Vía intravaginal o intrarectal — por medio de supositorios de CBD
¿ El CBD es adictivo ?
La respuesta corta es no. El CBD en sí no es adictivo y tiene una baja probabilidad de producir tolerancia o dependencia física. Esto es especialmente notable cuando el CBD se compara con los analgésicos de prescripción o los medicamentos contra la ansiedad, como los opioides o las benzodiacepinas. El CBD puede crear un hábito a medida que la gente empieza a depender del suplemento como fuente de alivio de sus síntomas. Sin embargo, esto es muy diferente de la adicción física.
Durante una adicción física, el cuerpo pierde su capacidad de mantener la homeostasis sin la droga, lo que provoca graves síntomas de abstinencia cuando ésta deja de estar en el organismo. Esto no ocurre con el CBD; lo peor que puede pasar si deja de tomarlo, incluso después de muchos años de uso, es que sus viejos síntomas pueden empezar a aparecer.
Incluso hay algunas pruebas que sugieren que el CBD puede utilizarse para tratar la adicción a otras sustancias.
NOTA IMPORTANTE:
En ningún caso, los productos de CBD, sustituyen a medicamentos o terapias prescritos por médicos profesionales.
No debe hacerse uso del CBD en embarazadas o menores de edad sin una prescripción médica profesional adecuada.
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